Ayuntamiento de Blanes

La tres partidos que forman la oposición en Blanes, PSC, Junts per Blanes y Ciudadanos, que suman 11 de los 21 concejales del Ayuntamiento, han desbaratado recientemente los planes del equipo de gobierno (ERC y Blanes en Comú Podem) que quiere solicitar una póliza bancaria de hasta 14,5 millones de euros.

El asunto se trató ayer en el apartado de ruegos y preguntas del pleno ordinario del mes de abril, celebrado por vía telemática a causa de las medidas de confinamiento, pero retransmitido en directo a través del Facebook del Ayuntamiento. Desde la oposición se ha vetado ampliar el endeudamiento del Ayuntamiento, precisamente en un momento en que la crisis económica que trae la pandemia del coronavirus mermará los ingresos del Ayuntamiento con toda seguridad. Por tanto, a priori parece que es una actitud sensata.

Porque el endeudamiento del Ayuntamiento está en estos momentos en el 62% del presupuesto de 2020, cifrado en 54,53 millones de euros. Es decir, el Ayuntamiento tiene aproximadamente unos 33 millones de euros en créditos pendientes pago. Aunque la póliza bancaria no es un crédito en sentido estricto, en caso de disponer de ella el Ayuntamiento tendría una línea de crédito, que no necesariamente debe agotarse en su totalidad. Es una opción flexible, que permitiría graduar el endeudamiento.

Desde el equipo de gobierno se considera improbable que se conceda todo el dinero solicitado. La petición se haría en el nivel máximo. En el supuesto de gastarse los 14,5 millones de euros la deuda municipal escalaría hasta los confines del 75% del endeudamiento, el límite legal a partir del cual el Ayuntamiento sería intervenido por el Ministerio de Hacienda.

Ayuntamiento de Blanes

Por tanto, la oposición aboga por una contención del endeudamiento y, aunque admite que la crisis obligará con el paso del tiempo a endeudarse para afrontar previsibles nuevas ayudas sociales, prefiere optar por la prudencia. Además, se comenta que hay partidas que se pueden recortar y que habrá que rediseñar el presupuesto, porque determinados gastos va a ser muy difícil llevarlos a cabo.

Entre ellos, los de la Festa Major y la celebración del Concurso de Fuegos de Artificio. Los eventos festivos y las verbenas de los barrios están en el aire y todo apunta que se tendrán que suspender, si tenemos en cuenta que eventos multitudinarios que debían celebrarse en julio ya se han suspendido, como los Sanfermines, o la Tomatina de Buñol (agosto).

Por su parte, el equipo de gobierno echó en cara a la oposición esta semana, mediante una nota de prensa que ha irritado a la oposición, que si no puede adoptar medidas fiscales que reduzcan el impacto de la crisis que ha comenzado estos días es por culpa de la oposición, que se niega a secundar medidas beneficiosas para amplios sectores de la ciudadanía y parte del tejido económico.

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Varias de ellas consisten en retrasar varios meses el pago de impuestos, lo cual se ha aprobado mediante un decreto de alcaldía. Pero las medidas de mayor calado han quedado por ahora en papel mojado. Una medida proyectada es rebajar el 25% del IBI a los propietarios de pisos que acrediten que han rebajado el alquiler a sus arrendatarios. Otra, consistiría en rebajar la tasa de ocupación de vía pública (terrazas de bares y restaurantes y paradistas del mercado de tejidos de los lunes), o bien descontar la parte proporcional del tiempo que los negocios han estado cerrados durante el confinamiento y desconfinamiento de la población.

Otra tasa que experimentaría un recorte, en condiciones similares a las mencionadas antes, es la de recogida de residuos de los comercios, bares y restaurantes. En definitiva, el equipo de gobierno quiere cobrar de estos impuestos a los negocios solo la parte proporcional que estén en funcionamiento este año. Y fijaría el pago para el mes de diciembre, dando margen para rehacerse en lo posible de las dificultades económicas que se avecinan.

Estas medidas fiscales y la esperada menor recaudación son los factores que justifican que el equipo de gobierno quiera disponer de un colchón financiero que le dé margen de maniobra, para acometer políticas de ayuda a los negocios y a los sectores sociales que se van a ver más desfavorecidos por el impacto socioeconómico de la emergencia sanitaria. La financiación que se busca cuenta con informes favorables de técnicos municipales, que se han mostrado a la oposición. 

Xavier Pou

Este asunto se trató en el apartado de ruegos y preguntas del pleno de ayer. La oposición criticó en general que el equipo de gobierno no facilita suficiente información a la oposición, lo cual se desmiente desde el equipo de gobierno, acusando a su vez a la oposición de no arrimar el hombro y apoyar la solicitud de la póliza de crédito.

En cualquier caso, es ya de todo punto cansino y bochornoso comprobar una vez más que los gobiernos de Blanes que carecen de mayoría absoluta casi siempre tienen grandes dificultades para sacar adelante sus proyectos o planes relevantes, que suelen ser los que marcan perfil político. ¿Qué sucede? ¿Falta de negociación? ¿Falta de cultura política? ¿Incapacidad para negociar, pactar y llegar a acuerdos? ¿Poca información y transparencia? 

Los ciudadanos eligen a sus representantes para que solucionen sus problemas, no para que los dejen pudrir y estos se agudicen. Es intolerable que en Blanes los acuerdos importantes siempre lleguen tarde y mal. Esta política perniciosa, de batallitas estériles, se tiene que acabar. Gobierno y aposición: pónganse a trabajar, a negociar y adopten acuerdos sensatos.