Como la Puerta de Alcalá, ahí está, viendo pasar el tiempo. Lo malo es que nadie se pone manos a la obra y, a la vez que se deteriora, la ciudad se ve privada de un inmueble sobre el que se han lanzado propuestas de recuperación desde hace 10 años y medio.
La antigua lonja de Blanes sigue pendiente de la cesión de la Generalitat al Ayuntamiento


