A la izquierda Jaume Frigola, concejal de Movilidad y Medio Ambiente, y a la derecha Àngel Canosa, portavoz de ERC / Blanesaldia.com
El concejal de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Blanes, Jaume Frigola, manifestó el pasado 25 de abril, durante el apartado de ruegos y preguntas del pleno municipal, que pagar la zona azul es una cuestión que atañe «a la conciencia» personal de cada uno, en este caso la del concejal Àngel Canosa.
Porque Frigola respondía así a la segunda vez que Canosa, concejal de ERC, le preguntaba si debía pagar o no la zona azul. Esta pregunta, aparentemente de perogrullo, la ha venido haciendo el grupo municipal republicano en algunos de los plenos de los últimos meses y no ha obtenido una respuesta satisfactoria. Hasta el pasado 25 de abril.
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Preguntar, o preguntarse si, ¿hay que pagar por estacionar el coche en la zona azul? no es una tontería desde hace siete meses. Porque resulta que el pasado 15 de octubre de 2023 venció la prórroga de la concesión a la empresa Saba para encargarse del cobro de los aparcamientos.
Técnicamente, el término administrativo que se utiliza es «orden de continuidad». El anterior equipo de gobierno, que lideraba Canosa, acordó a finales de 2022 prorrogar la concesión hasta el 15 de octubre de 2023, para que el nuevo equipo de gobierno que se crease tras las elecciones municipales de mayo tuviese tiempo de sobra para renovarla.
Las plazas afectadas por este limbo administrativo son una parte de la zona azul. En concreto, aquellas en las que se paga todo el año, pues en otras solo se cobra del 15 de junio al 15 de septiembre. Y la zona azul del Puerto es competencia de la Generalitat. Las que están sujetas a pago todo el año se ubican en un tramo de la Rambla Joaquim Ruyra, el entorno del Mercado de Blanes y del cercano centro de Asistencia Primaria, calle Tordera, De la Fe y Mossèn Jaume Arcelòs, entre otras.
En el pleno de abril Canosa manifestó que deseaba saber «de una manera clara cuál es la resolución, acuerdo, convenio, acuerdo de junta de gobierno», etc. «que nos indique si realmente hemos de continuar pagando la zona azul». El concejal explicó que este asunto lo había expuesto en comisiones informativas y juntas de portavoces, y que no ha sacado nada en claro.
En otro momento de su intervención dijo que «los ciudadanos quieren saber si las zonas azules se han de pagar o no. Y si se han de pagar, en virtud de qué resolución, acuerdo o convenio, que yo aún no he visto. Tenemos una empresa, Saba, que está ganando dinero y no hay ningún acuerdo ni nada de nada. Y se acerca el verano, el punto fuerte para ganar dinero».
El portavoz de ERC echó en cara al equipo de gobierno que no haya sido capaz de dar una respuesta al asunto y dio a entender que el cuerpo le pide decirle a los ciudadanos que dejen de pagar la zona azul. «No paguéis y, si os ponen una multa, ya haremos una plataforma para ir en contra de estas multas, porque no sé en virtud de qué nos pueden sancionar [por no pagar]».
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Minutos después Jaume Frigola ofreció la siguiente respuesta: «Estamos con el contrato cancelado [caducado] pero hay un compromiso de [acordar] una orden de continuidad. Ellos han hecho un pago a cuenta, pero no lo vemos correcto. Todo este tema se ha de acabar de ligar y generar una orden de continuidad».
Y, minutos después, ante la insistencia de Canosa en su segundo turno de palabra, le espetó que pague o deje de pagar según le dicte su «conciencia». Porque documentos que respalden la obligación de pagar por ahora no hay ninguno, una situación que arrastra el Ayuntamiento desde hace siete meses.
Texto: José Fernández García