Los dueños del Càmping Blanc d’Eivissa se desprenden por fin de la zona que usaban ilegalmente

Ayer al mediodía del Ayuntamiento de Blanes procedió a certificar el cierre de la parte ilegal del Càmping Blanc d’Eivissa, situado en la zona turística de Los Pinos. Efectivos de la Policía Local precintaron la parte ilegal mediante una orden judicial emitida por el Juzgado Contencioso Administrativo número 2 de Girona, en cumplimiento del decreto de Alcaldía del 21 de noviembre de 2018.

El decreto contemplaba que se debía proceder al cese de la actividad y uso urbanístico de camping mediante precinto de las instalaciones, así como que había que implantar un cierre que separe la parte ilegal de la que es correcto en el establecimiento. 

El propietario del camping mostró a los agentes de manera voluntaria y mediante acta notarial con fecha del lunes 4 de marzo, que ya había procedido a acotar totalmente la zona afectada por el mencionado decreto.

El responsable del establecimiento autorizó que la comitiva municipal entrara en el interior del camping para proceder a las oportunas comprobaciones y etiquetado del precinto. Acompañados del propietario, los efectivos policiales y el arquitecto técnico municipal comprobaron que toda la zona afectada está delimitada y atada con una valla metálica de enrejado de una altura aproximada de dos metros, lo cual garantiza la acotación del espacio ampliado de manera ilegal.

En este sentido, durante la inspección se ha comprobado que en la zona paralela del camino de acceso hay 13 bungalows, cuyos accesos también están cerrados con el mismo sistema. Por su parte, en la zona de acampada quedaban dos módulos y 15 caravanas, así como restos de utensilios propios de este tipo de establecimientos, tales como sillas de plásticos, pequeños muebles auxiliares, alfombras de césped artificial, entre otros, fruto del desmontaje de los módulos y caravanas que había.

Los efectivos policiales han visto que todo este perímetro está cerrado, delimitando un espacio donde también están incluidas instalaciones como el bar-restaurante, la piscina y la zona deportiva. También, comprobaron que las zonas de aparcamiento afectadas estaban vacías. Finalmente, una vez concluida la inspección de todo el entorno, la Policía Local ha procedido a precintar todo, colocando las pegatinas con los escudos institucionales y la inscripción con el número y fecha del decreto de referencia a modo de testigo.

Cabe recordar que, lo que finalmente se realizó ayer, no se pudo efectuar el pasado 23 de enero, ya que un trabajador del establecimiento negó la entrada a la comitiva municipal por expresa indicación de la propiedad. Por este motivo, se tuvo que pedir la perceptiva orden judicial. Incumplirla habría tenido a buen seguro consecuencias penales.

Un largo proceso

En octubre de 2018 el Ayuntamiento de Blanes puso en marcha el decreto que ordenaba a los responsables del Càmping Blancc d’Eivissa que procedieran al cierre de la ampliación ilegal con una fecha límite. Este plazo se agotaba a finales de noviembre, cuando el consistorio debía ejecutar forzosamente el cierre. Antes de que se agotara, sin embargo, los propietarios entraron una petición al consistorio pidiendo que se les concediera tres meses más de plazo para que los clientes que estaban instalados en la zona ampliada ilegalmente pudieran recoger su material.

El Ayuntamiento les concedió una prórroga de 45 días naturales para que se retiraran las caravanas, autocaravanas, tiendas de campaña y todo el material instalado en la zona que debía precintar. 

Una vez concedida esta última prórroga, la Policía Local de Blanes estuvo efectuando inspecciones para comprobar que se estaba haciendo el desmantelamiento. Si bien a mediados de diciembre se notificó que ya había más del 25% de material fuera, en cambio una nueva inspección realizada el 18 de enero determinó que la retirada no se había cumplido, que la que precipitó un nuevo decreto para notificar a los propietarios el precinto definitivo que se quería efectuar el pasado 23 de enero.

Fotos: Ayuntamiento de Blanes