La oposición en el Consell Comarcal de la Selva se plantea presentar una moción de confianza al presidente

Joan Burjachs, primero por la izquierda, durante un pleno del CCS

Joan Burjachs, primero por la izquierda, durante un pleno del CCS

Los grupos que están en la oposición en el Consell Comarcal de la Selva (CCS) estudian estos días si el próximo mes de septiembre presentarán una moción de confianza al equipo gobierno del ente supramunicipal, que encabeza Salvador Balliu (CiU), según informó ayer el consejero Joan Salmerón (ICV-EUiA). El motivo de la posible moción se debe a que Balliu mantiene en el cargo al gerente Joan Burjachs.

El gerente fue nombrado por el anterior presidente del CCS, Robert Fauria (CiU), que debió dimitir en febrero de 2013 del cargo a raíz del denominado ‘caso Manga’, que destapó presuntos delitos relacionados con adjudicaciones fraudulentas. Fauria también se vio forzado a dejar la alcaldía de Sant Hilari Sacalm.

El CCS estuvo gobernado hasta el pasado mes de julio por CiU (12 consejeros de 32) y ERC (seis consejeros), pero el partido republicano abandonó sus responsabilidades de gobierno porque Balliu no ha procedido al cese de Burjarchs, que no está imputado en el ‘caso Manga’ pero sobre el que pesan serias dudas de honestidad en el desempeño de sus funciones. Burjachs fue teniente de alcalde de Hacienda en el Ayuntamiento de Blanes por CiU entre 2007 y 2011, periodo de tiempo durante el cual la institución local pidió créditos que rondan los 23 millones de euros, lo cual ha hipotecado desde entonces las finanzas del Ayuntamiento.

Joan Salmerón manifestó ayer en rueda de prensa que a finales de este mes los grupos de la oposición decidirán si presentan la moción de confianza. En caso de prosperar, se visualizará que CiU gobierna contra la voluntad de la mayoría del CCS.

El presidente del CCS, Salvador Balliu, informó hace varias semanas que Burjachs presentó hace tiempo una carta de dimisión que, por ahora, no ha sido aceptada pues no está imputado en el ‘caso Manga’.

Para que la moción llegue a presentarse y se apruebe será indispensable que cuente con el apoyo de los siete consejeros del PSC, que por ahora han adoptado una postura ambigua. Sin el PSC, la moción sumaría como máximo 13 votos (ERC, FIC, ICV-EUiA, PP y MILLOR), de 32.