El director de la ACA afirma que este año no recogerán los residuos de la costa

La embarcación que estaba en el Puerto de Blanes / Foto: Vídeo Blanes.tv

La Agencia Catalana del Agua (ACA), que tiene una deuda de casi 2.000 millones de euros según El País y de 2.450 millones según El Periódico, no prestará este verano el servicio de limpieza de la playas que venían realizando unas 40 embarcaciones desde los puertos del litoral catalán. Así lo aseguró ayer el director de la ACA, Leonard Carcolé, quien consideró que no empeorará el estado de las playas ya que al parecer el volumen de residuos ha experimentado un fuerte descenso en los últimos años.

En 2010 se recogieron 231 metros cúbicos (en 2.001 fueron 1.100) de restos lanzados a las playas o que llegaron procedentes de ríos a causa de lluvias torrenciales. El ahorro del gasto asciende a unos 2,3 millones de euros. Carcolé manifestó que el servicio se habría suprimido aunque no hubiese crisis.

No lo ven así numerosos concejales de los pueblos costeros. El regidor de Medi Ambient de Blanes, Celestino Lillo, quien dijo que la ACA les ha dejado «con el culo al aire». Lillo trabaja estos días para ver si hay dinero para asumir el servicio y formular algún tipo de propuesta que retome el nuevo gobierno. En caso de prosperar algún tipo de acción, podría hacerse de forma mancomunada con Malgrat de Mar y Santa Susanna. Lillo también se quejó de que se había enterado de la anulación del servicio por los medios de comunicación. La ACA no les ha informado y en otras población han sido las empresas subcontratadas las que lo han comunicado a los ayuntamientos.

Los primeros años la ACA utilizó ultraligeros

Los ultraligeros que vigilaban la costa desde el aire, en el aeropuerto de Sabadell en julio de 2004 / Foto: Blanesaldia.com

La red de embarcaciones que se dedicaban a recoger residuos fósiles cercanos a las playas se creó en 2001 y, dato poco conocido, contaba con el apoyo de medios aéreos. En concreto, tres ultraligeros certificados modelo Tecnam de dos plazas. Uno despegaba del aeródromo de Pals y cubría la costa gerundense mientras que los dos resantes se encargaban de la de Barcelona y Tarragona y despegaban de los aeropuerto de Sabadell y Reus.

El cometido de los aviones, en los que iba un piloto profesional y un observador, era avisar por radio a las embarcaciones si veían alguna mancha de residuos, fruto de algún vertido fortuito o ilícito. Su actuación era preventiva y el servicio funcionó al menos entre 2001 y 2003, entre el 15 de junio y el 15 de septiembre y se reaizaban vuelos por la mañana y por la tarde.

Texto y edición: José Fernández