El alcalde de Blanes echa mano de su voto de calidad para aprobar el presupuesto de 2014

Dos concejales del PP votaron a favor y uno se abstuvo

El alcalde Josep Marigó, a la izquierda, conversa con Josep Trias (CiU), antes de empezar el pleno

El alcalde Josep Marigó, a la izquierda, conversa con Josep Trias (CiU), antes de empezar el pleno

La aprobación del presupuesto de 2014 del Ayuntamiento de Blanes tuvo ayer noche un parto difícil e insual. Requirió, tras dos empates de 10 votos afirmativos, 10 negativos y la abstención del concejal del PP Celestino Lillo, del voto de calidad del alcalde Josep Marigó. A fovor votaron los ocho concejales del PSC y dos del PP, mientras que CiU votó en contra, al igual que EUiA-ICV y la concejala exsocialista Lourdes Fàbrega.

Según explicó el concejal de Hacienda, Joaquín Laguna, los presupuestos municipales del 2014, están en la línea de los que se aprobaron en 2012 y 2013: se mantiene la contención de los ingresos y los gastos, pues están determinados por el plan de ajuste. Prevén unos ingresos de 45,85 millones de euros y gastos de 45,15 millones. El equipo de gobierno valora como datos relevantes que:

1.- Son equilibrados y siguen la línea del Plan de Ajuste, puesto que se adaptan a las estrictas directrices que supone su cumplimiento, además de asegurar todos los servicios públicos de prestación municipal, sin nuevos recortes.

2.- Priorizan las partidas sociales, para hacer frente a los diferentes tipos de emergencias sociales que se atienen desde el Ayuntamiento, así como a nuevas iniciativas que se han puesto en marcha últimamente (contadores solidarios de agua).

3.- Prevén ya las partidas suficientes por la puesta en marcha del nuevo edificio de la Escuela Sa Forcanera, actualmente alojada en barracones. El dinero que se han incluido en el presupuesto, unos pocos miles de euros, servirán para hacer el traslado a las nuevas dependencias cuando se construya el colegio.

4.- También, se destina una partida económica para iniciar la construcción de uno de los dos campos de fútbol previstos en la Ciutat Deportiva. La ejecución de la obra no será municipal, sino que se hará a través de una concesión de obra pública o sistema similar. Después, el Ayuntamiento la pagaría en varias anualidades.

Estos argumentos no fueron suficientes para CiU. Su portavoz, Joaquim Torrecillas (CiU), pidió sin éxito que se incluyese en el presupuesto una partida para subvencionar las entidades deportivas, que se suprimen. También, que figuren 50.000 euros para rescatar una parte de la concesión de zonas azules. Además, demandó que se reserve dinero para realizar un estudio para implementar un plan de ahorro energético y que se habilite una partida para algún evento que dé proyección a la ciudad.

Víctor Catalán (EUiA-ICV) argmentó el voto en contra de su grupo porque consagran los recortes que se han venido aplicando este año. Dijo que supondrán la privatización del servicio de monitores de la Ciudad Deportiva; que dos exempleados del desaparecido Consorcio Portal de la Costa Brava pasan a consolidar su empleo en la plantilla municipal -sin haber realizado oposiciones-. Pero sobre todo porque el 17% del presupuesto se destinará a pagar deudas e intereses financieros. Y, por enemisa vez echó en falta que no se vaya a construir la rontanda de Ca la Guidó.

En representación del PP habló primero Salvador Tordera. Criticó que no haya inversiones, aunque valoró en positivo que se acaben los recortes, que se reduzca el déficit y que se contemple una partida de 600.000 euros para contingencias. Él y Josep Llambí votaron a favor del presupuesto, mientras que Celestino Lillo, se abstuvo. Considero exigua la partida de 75.000 euros destinada a mantenimiento de la vía pública. Su voto dio lugar al empate entre los votos afirmativos y negativos.

La concejala Lourdes Fàbrega, que hace casi un año abandónó el grupo el socialista, se disculpó por haber tomado esa decisión con nueve meses de retraso, con lo cual dio a entender que sus discripancias con el PSC se gestaron ya al inicio de la legislatura. Criticó que se contemplen como ingresos la percepción de subvenciones de años anteriores, lo cual, dijo, consultará a la Sindicatura de Comptes para saber si es legal.